Carmen Alonso Pereiro, la señorita Mucha, Fue un ejemplo de mujer trabajadora e independiente, en una época que eso no era habitual. Asimismo, desarrolló una conciencia social: la enseñanza podría ayudar a la gente a prosperar, y más concretamente, a las mujeres a huir del rol doméstico y tener libertad para escoger su propio camino. Ademáis, enseñó y educó a una gran cantidad de sadenses a lo largo de casi 50 años.
Carmen Alonso Pereiro, Señorita Mucha para sus alumnos, nació en Sada en el año 1922. Fue hija de Daniel Alonso y Carmen Pereiro.
Estudió en la Escuela de las Josefinas en la ciudad de A Coruña y cuando remató el colegio en la Escuela de Magisterio de esta ciudad. Comenzó a trabajar en la Academia Balmes en Sada y posteriormente hizo de sustituta en la Escuela de Carnoedo.
En el año 1946 fundó el Colegio Alonso, situado en la Avenida de la Marina, Sada, donde preparaba a los alumnos hasta Bachillerato Elemental y para su ingreso en la Escuela de Magisterio.
Años después, trasladó la escuela a la Praciña del Conde, ampliando las enseñanzas hasta parvulario y donde trabajó allí hasta su jubilación. Como curiosidad, decir que se trataba de una escuela mixta, donde niños y niñas estudiaban juntos, algo poco común en aquel tiempo.
Fue maestra de varias generaciones. Venían a su escuela niños y niñas de todas las parroquias de Sada la quien impartía todas las materias excepto música y gimnasia. Contó también con la ayuda de su hermano Antonio Alonso, quien destacaba en la asignatura de Química y realizaba clases prácticas en un sencillo laboratorio; el que hoy es totalmente normal en las escuelas e institutos, en aquella época resultó toda una novedad.
La Señorita Mucha mostraba un alto interés en la formación de las chavalas, de suerte que no tuvieran solo conocimientos de las tareas del hogar, sino también que poidesen defenderse en el terreno profesional, siendo en el futuro mujeres trabajadoras e independientes, como ella.
Fue una mujer culta e inteligente, sobresaliente a lo largo de su carrera académica, pero también discreta y sencilla. Dominaba varios idiomas. Era una lectora infatigable, siempre dispuesta a aprender sobre las materias más diversas . Nunca llegó a casar.
Falleció en Sada en diciembre de 2018, dejando un legado de adicación a la juventud y a la enseñanza. Fue un gran ejemplo para su alumnado, gentes coetáneas y generaciones posteriores.
Fuente: Lena María Gayoso Pereira